viernes, julio 30, 2004

Creando "usuarios"

El paso que va entre ser considerado como "consumidor" al reconocimiento de la cualidad de "usuario" de los ojetos artísticos supone un gran avance en el desarrollo histórico de la cultura.

Tiene su base en el uso LIBRE (que no siempre gratuito) de las producciones artísticas. Es lo que algunos llaman la Revolución de las Licencias de la Fundación Creative Commons a través de las cuales los creadores han apostado por una protección diferente de sus obras de la impuesta por los "poderosos" de los medios de distribución.

Parece ser que al artista únicamente le importa ahora el reconocimiento de su autoría, la integridad de su obra, la imposición del uso libre de la misma y la limitación del uso comercial que pueda hacerse sobre ella. A cambio ha obtenido dos cosas, ya casi olvidadas, su libertad y unas posibilidades de acceso a los usuarios antes impensables.

La revolución acaba de comenzar y, como las guerras, nadie conoce su futuro. Tal vez estemos hablando del despertar de las conciencias en pos de la creación de un ecosistema cultural ajeno al control de los poderosos mercaderes.

lunes, julio 19, 2004

Nosotros, los delincuentes.

El "copyright" (el derecho intelectual) nos ha convertido de la noche a la mañana en potenciales delicuentes a todos los ciudadanos de primera (de esos que disfrutamos en pleno goce del derecho fundamental al acceso a las tecnologías de la información).

Libros y relatos en .html, en .txt o en .pdf que circulan de un punto a otro de la red; esas canciones que antes grababamos en las míticas cintas de cassette (y nadie protestaba) son ripeadas y pasadas una y otra vez; colecciones de fotos en nuestros discos duros;......

La rapidez y la facilidad del intercambio han desafiado a los defensores (y vividores) de los derechos intelectuales.

Difícil una solución que amenaza con criminalizar a amplios estratos de la sociedad que no responde a los estímulos de los proteccionistas. Nosotros, los delincuentes, concebimos el producto cultural de una manera diferente. Ahora todos somos creadores y "consumidores" de unos mismos productos sobre los cuales fundamentar nuestro desarrollo espiritual, ninguna creación queda ya bajo el control de las élites.

Tal vez nos acercamos al sueño de los artistas de la vanguardia de principios del XX. Una realidad hecha arte, un arte hecho realidad, donde las masas eran creadores artísticos de su propia realidad.