miércoles, mayo 12, 2004

Periplo de un viaje

Me gustan las acepciones del Diccionario de la Real Academia sobre la palabra periplo. Reconstruir con ellas una o varias historias llenas de significados.

La primera vez que me acerqué a un periplo (de esos de los antiguos griegos) caminaba por unos acantilados en soledad a la búsqueda de una cala escondida; era un verano de hace ya varios años y en mi mochila me acompañaba un libro de Relatos de viajes de esos griegos antiguos.

Sin embargo, un periplo puede llegar a ser mucho más sencillo. Los grises días de nuestro quehacer diario no son otra cosa, todas las mañanas parto destino al trabajo esperando a que con la noche regrese al puerto de mi habitación.

Me gusta también sentarme en un parque a viajar con la imaginación, es éste un emocionante devenir con destino al mismo punto de amarre, nosotros mismos.

Soñar una escapada o hacerla realidad pero siempre con el mismo destino en un punto de partida. Origen y final acompañados en un viaje circular, bien físico o espiritual.

Muchas cosas cambiaron en la antigüedad con la marcha de esos griegos. Ellos creían que sus vidas tenían ese recorrido circular, para nosotros el acontecer de experiencias tiene un destino muy alejado del punto de partida: la muerte y la vejez. Algo pasó en aquellos años que se pierden en la memoria de los libros de la Historia.......

1 Comentarios:

Blogger mmp said...

...
Pensemos luego, niños adultos, que la vida
pasas y no se queda, nada deja y nunca regresa,
va hacia un mar lejano, junto al Hado,
más lejos que los dioses.
...

Odas de Ricardo Reis
Pessoa

13 de mayo de 2004, 21:40  

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